¿Sabes cuántas personas sigues en redes sociales? ¿Sigues a personas por compromiso? ¿Qué te aporta el contenido de lo que ves en tus redes? ¿Cuánto tiempo pasas al día mirando redes sociales?
Pasamos mucho tiempo en redes sociales, pero no voy a explicarte los contras de ello porque estoy segura de que ya lo sabes. Hace ya bastantes años que las redes sociales son una parte importante de nuestras vidas, incluso de nuestro día a día. Seguimos a personas con las que ya no estamos en contacto, personas que no conocemos pero que en algún momento nos pareció interesante el contenido, influencers, cuentas de diferentes temáticas (cocina, psicología, deporte, música…). Algunas de esas cuentas las empezamos a seguir hace años, y aunque yo no nos interesen, ahí las dejamos. Pero, ¿te paras a analizar el contenido que estás recibiendo día tras días? ¿te paras a analizar cuánto de ese contenido te hace bien y te aporta y cuánto te hace mal? Cánones de belleza inalcanzables, modos de vida que nos hacen sentir culpables con los nuestros propios, contenido que no solo no nos aporta, sino que nos enfada por ser contrario a nuestros valores…
Más allá del famoso algoritmo de Instagram, Twitter, Tiktok o Facebook, nosotros elegimos a quien seguimos y a quien no, elegimos quien nos sigue y quien no. Y ahí sí tenemos el control. Podemos silenciar historias, podemos ocultar las publicaciones de determinadas personas y, simplemente, podemos “dejar de seguir”.
Hoy te reto a que hagas análisis de qué cuentas de tus redes te aportan y te ayudan, y qué cuentas te hacen sentir peor, te bajan la autoestima, te crean una envidia insana, o incluso, te enfadan.