Seguramente alguna vez hayas pensado acerca de cuáles son tus mayores virtudes, esas que te hacen destacar. Igualmente, tendrás esos aspectos de ti mismo que no te gustan tanto. Desde un punto de vista psicológico es muy beneficioso saber cuales son tus fortalezas y debilidades. No solo para potenciar las fortalezas, sino para saber gestionar las debilidades y hacer que afecten lo menos posible a nuestra vida diaria y desempeño.
Te contamos cómo identificarlas en el siguiente post.
Existen varios tipos de fortalezas que nos ayudan en diferentes ámbitos: cognitivos, racionales, del ámbito social y de valor personal. Realizar una pequeña lista y tenerla en papel puede resultar de ayuda. Podemos aprender a identificar nuestras fortalezas con unos sencillos pasos:
- Piensa que actividades y situaciones te emocionan
- Explora nuevas actividades, no te quedes encajado en los mismo de siempre.
- ¿Qué dirías que te hace diferente?
- Si te describes en tercera persona, ¿qué cualidades positivas te pondrías?
- Identifica cuáles son esas áreas en las que destacas.
- Pregúntale a tus familiares y amigos qué características destacan en ti.
Una vez tenemos identificadas nuestras fortalezas vamos a pasar a descubrir nuestras debilidades. Las debilidades pueden afectar negativamente tanto al ámbito personal, cómo a nuestras capacidades y habilidades de desempeño. Piensa en aquellos ámbitos que te suponen más dificultad, los motivos por los que sueles tener discusiones, a que actividades le pones mayor esfuerzo y obtienen peores resultados, etc.
Sabemos que puede ser complicado y generar problemas en tu vida diaria. No olvides contactar con un profesional y pedir ayuda.