Como cualquier otra pérdida importante, una ruptura de pareja también vendrá acompañada por una etapa de duelo. Si confías en que vivir este duelo es un proceso y si aceptas que todo lo que va surgiendo, forma parte del proceso, esto te ayudará a crecer. Ten en cuenta que esto es como una herida abierta, podemos curarla y tratarla, pero no va a cicatrizar más rápido por mucho que nos empeñemos. En este sentido, al principio es recomendable vivir el día a día con objetivos a muy corto plazo.
1. Asegúrate de que tu relación ha terminado. Hasta que no sepas esto, es muy difícil empezar a pasar página.
2. Acepta que se ha terminado. Muchas personas, por miedo a la soledad, alargan relaciones de pareja que no son nada satisfactorias o se involucran en una nueva relación sin dejar pasar el tiempo suficiente desde la anterior.
3. Respeta su decisión. Tanto si te han dejado o si has sido tú quien lo ha hecho, respeta que la otra persona no quiera saber nada de ti o si prefiere no mantener ningún tipo de contacto. A veces se confunden los intentos por recuperar a la pareja con verdaderos actos de acoso.
4. Corta cualquier comunicación. Hay que prestar especial atención a las redes sociales y alejarse de ellas, al menos durante un tiempo. Esto también incluye si hay recuerdos u objetos que devolver. Puedes pedir a una persona cercana que te ayude con esto.
5. Deja que las emociones fluyan. Date permiso para sentir todas las emociones. Puedes llegar a sentir un dolor intenso, pero nunca llegará a ser grave. Cada emoción es diferente y todas deben tener su espacio. Puedes darles una salida más productiva, por ejemplo: utiliza tu enfado para realizar algún tipo de ejercicio físico o escribe un diario cuando estés triste. Cuidado también con recurrir a drogas o sustancias que te hagan desconectar de estas emociones.
6. Planifica tu día a día y márcate una rutina. Ahora más que nunca, cuida tu alimentación y tu descanso. Aprovecha para recuperar las cosas que te gustaban y que por estar con esta pareja habías dejado de hacer. Más adelante, puedes ir planteándote metas y objetivos a largo plazo.
7. Rodéate de gente que te cuide, con la que te puedas desahogar (sin recrearte en tu dolor) y también distraerte. Gente con la que te puedas mostrar triste o enfadado/a si lo necesitas.
8. Sé realista con los recuerdos y evita los autoengaños. Ni todo en tu relación era perfecto, ni se ha terminado de repente. Seguramente, si echas la vista atrás, encontrarás varias señales que indicaban que no iba bien.
9. Fortalece tu autoestima y perdónate. Evita culparte por la ruptura y deja de dar vueltas a todas las cosas que pudieron haber sido o que deberías haber hecho de forma diferente. Aprende a quererte y respetarte tal y como eres. Es un momento perfecto para conocerte a ti y la forma que tienes de relacionarte.
10. Aprovecha todo lo aprendido. Después de la fase de autoconocimiento que supone el duelo, continúa tu proceso hacia el crecimiento. Debes tomar la decisión sobre qué hacer con lo que te ha ocurrido. Puedes elegir hundirte y no volver a confiar porque crees que era tu única opción para ser feliz o porque te da miedo volver a pasarlo mal. O bien, puedes abrirte a una nueva posibilidad de conocer a alguien, quizá mucho mejor, y aplicar todo lo aprendido para tener una relación más plena y duradera.
Cada caso depende de las circunstancias, por lo que no hay un período establecido para la recuperación. Desde PsicoLink te recomendamos que no dudes en consultarnos si, después de un tiempo considerable, no notas ningún avance, si sigues echando de menos a tu expareja, si te sientes triste a menudo, si ya no disfrutas de las cosas que antes te gustaban o si, en general, tienes dificultades para llevar a cabo algunas de las recomendaciones que te proponemos.