¿Cuántas veces has oído eso de “por qué haces eso si tú no eres así"? - Psicolink

¿Cuántas veces has oído eso de “por qué haces eso si tú no eres así»?

La mayoría de nosotros llevamos, o no, a cabo acciones conforme pensamos que pueden agradar a las personas que nos rodean y nos importan.

Pedir opinión ante una situación concreta está bien, pero OJO,  ya que hacerlo de manera generalizada puede provocar que pongamos nuestra propia validación en manos del otro. Además, irremediablemente nos estaremos condenando a actuar conforme al criterio de aprobación de los demás, por lo que viviremos contínuamente interpretando un papel dirigido por otros, algo que nos impedirá ser realmente dueños de nuestro propio destino.

¿Qué ocurre cuando le consultamos a esa persona si cree que estamos actuando correctamente o si cree que hacer algo en concreto, “es una buena idea”? 

Por lo general, cuando solicitamos opinión obtendremos la aprobación de los demás, pero probablemente llegará un día en el que esas personas tengan una opinión distinta a la nuestra o directamente no les parezca una buena idea aquello que nos disponíamos a llevar a cabo, ¿Y entonces qué? Probablemente esto produzca que te sientas decepcionado (contigo mismo y con esa o esas personas), poco querido, desamparado, incapaz de afrontar esto y todo lo que venga posteriormente, y además, que tu auto-concepto se vea afectado. Así mismo, se puede generar un problema con la otra persona, ya que es posible que tengamos la percepción de que él o ella no nos está aceptando ni comprendiendo y con ello nos está haciendo daño.

¿Qué podemos hacer para no vernos inmersos en esta complicada situación? 

No podemos poner en duda que cuidar de nuestras relaciones familiares, de amistad o de pareja es importante. Pero si algo lo es más, es la relación que mantenemos con nosotros mismos. Cuidar, mimar y cultivar esta relación es cuanto menos un trabajo que requiere esfuerzo, constancia, compasión y cariño. Pero créenos cuando te decimos que es lo mejor en lo que puedes invertir tu tiempo, ¿o acaso conoces a alguien que te vaya a acompañar durante más tiempo que tú mismo?. Además, todo esto no solamente supondrá mejoras en tu autoestima, capacidad de decisión y auto-confianza, sino que también estaremos provocando que todos aquellos que nos rodean nos valoren y nos quieran por quienes somos; personas independientes que llevan las riendas de su vida. 

¿Suena apetecible, verdad? Si estás seguro de que esa es la persona que te gustaría ser, pon en práctica las estrategias que te mencionaremos a continuación:

En primer lugar, es fundamental ser conscientes de nuestras fortalezas y puntos fuertes, pero también de nuestros límites. Esto nos permitirá actuar con todas las cartas sobre la mesa y evaluar las opciones y decisiones a tomar de una manera más ajustada y con mayores garantías de éxito.

Así mismo, dedicarte tiempo, reflexionar y ser capaces de aceptar quienes somos utilizando el cariño y la auto-comprensión, será fundamental para que no te conviertas en tu mayor y más villano juez.

En segundo lugar, no dejes que tus acciones se vean condicionadas por esas etiquetas que te han acompañado durante años como “yo esque soy tímido” o “yo esque soy una persona muy inquieta”. Como hemos comentado, ser conscientes de cómo somos y saber actuar conforme a ello es importante, pero no caigas en la trampa, no necesariamente eres quién dicen todas esas etiquetas que “te han acompañado desde pequeño”. Despréndete de ellas y olvídate de todos esos juicios de valor.

En tercer lugar, probablemente te preguntarás… ¿cómo puedo confiar más en mí mismo y en que las decisiones que tomo serán las correctas? Como en cualquier arte, no hay mejor forma de aprender que mediante la práctica. Así que arriésgate, la confianza vendrá a medida que te enfrentes a dicha situación y tengas que sortear todas las dificultades que ésta traiga consigo. Si no cuentas con los recursos necesarios, te verás obligado a desarrollarlos, y si ya los tienes, los potenciarás. A medida que nos exponemos, las inseguridades irán diluyéndose y tú mismo comprobarás que puedes hacerlo.

Por último, evalúa y reajusta tu diálogo interno, ¿Eres amable y comprensivo contigo mismo? ¿Utilizas una comunicación asertiva cuando te hablas? No hay mayor trampa que ser el más crítico y punitivo espectador de tus propias decisiones, así que cuando te dirijas a tí, hazlo como lo haría tu mejor amigo, con amabilidad, sinceridad, RESPETO Y CARIÑO. Conviértete en tu mejor yo.

Desde PsicoLink, somos plenamente conscientes de la importancia que tiene confiar en uno mismo, ser una persona independiente y no vivir supeditados a las expectativas que los demás proyectan sobre nosotros. Por ello, queremos ayudarte a descubrir la gran variedad de recursos que están al alcance de tu mano para ayudarte a ser el guía principal de tu propio camino. ¡Encontramos por ti a tu psicólogo a medida! Porque la formación y conocimiento sobre tí mismo, te van a acompañar durante toda la vida.

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