¿Qué es un mito? Un mito es una creencia, aunque se halla formulada de manera que aparece como una verdad y es expresada de forma absoluta y poco flexible, explica Ferrer Pérez y cols. (2010). Tal y como señala Carlos Yela (2003), sobre los mitos románticos, podemos considerarlo como “el conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta verdadera naturaleza del amor”. Al igual que sucede en otros ámbitos como temas de interés o relevancia social, no solo considera las explicaciones o realidades científicas, sino también los mitos al respecto. De hecho, lo que sucede en estos ámbitos mencionados con anterioridad, a su vez los mitos románticos suelen ser engañosos, ficticios, absurdos, irracionales e imposibles de realizar. A continuación, exponemos la presentación en la que ofrecemos algunos de los mitos más comunes del romance y el efecto que podría tener. ¿Qué piensas de ellos?
Mito de la media naranja, tiene su origen en la Grecia Clásica y se fortalece con el Amor Cortés y el Romanticismo. El mito se refiere a la creencia en, la cual,elegimos a la pareja que teníamos predestinada de algún modo y que ha sido la mejor o la única elección que sea posible. Este sistema de creencias podría llevarnos a un nivel de exigencia excesivamente elevado en la relación romántica. Además, podría causar el riesgo de decepción o de una tolerancia excesiva. Al considerar que es la pareja ideal, tiene que permitirle esforzarse más para que las cosas vayan bien. Esto a su vez podría llevar a la dependencia afectiva.
Mito del emparejamiento o de la pareja, se refiere a la creencia en que la relación romántica heterosexual es algo natural y universal y, además en que la monogamia amorosa está representada en todas las culturas y todas las épocas. La iniciación de esta creencia puede dar conflictos internos en aquellas personas que se divergen de algún modo de esta creencia normativa. Por ejemplo, personas que no se encuentran emparejadas o que lo están con personas de su mismo sexo o, igualmente, con más de una persona.
Mito de la exclusividad, un mito que fue introducido por la Cristiandad y que se refiere a la creencia en que es imposible estar enamorado/a de dos personas a la vez. Como resultado, esta creencia puede estar relacionada con conflictos internos y/o relacionales, si es aceptada, al entrar en colisión con aquellas normas sociales que imponen las relaciones monógamas.
Mito de la fidelidad, se refiere a la creencia en que todos los deseos pasionales románticos y eróticos deben satisfacerse exclusivamente con una única persona, la propia pareja, si él es el verdadero amor. De acuerdo con Silvia y cols. (2003), hay perspectivas teóricas que sostienen que las relaciones fuera de la pareja son universales. Y por eso, lo que resultaría problemático es llevar esta creencia a la práctica, al mismo tiempo, no hacerla causaría sanciones sociales, es decir, se tome la alternativa que se tome, podría aparecer el conflicto.
Los tres mitos que acabo de mencionar (del emparejamiento, de la exclusividad y de la fidelidad), han llegado debido a la Cristiandad. El objeto era establecer un nuevo modelo o una forma de relación de pareja como amar solo a una persona, tener relaciones sexuales solo con esa persona, o instituir una relación heterosexual, lo que difiere de las épocas y culturas anteriores. El mismo objetivo de incluir los mitos sobre la castidad o la sexualidad como algo pecaminoso en los que también tendrían raíces en la Cristiandad.
Mito de los celos, un mito que fue introducido por la Cristiandad como un garante de la exclusividad y la fidelidad. Se refiere a la creencia en que los celos son una marca o un gesto de amor, e incluso el requisito indispensable de un verdadero amor. Hasta este momento, se suele utilizar como herramienta para justificar comportamientos egoístas, injustos, represivos y, a veces, violentos. El mito de los celos aparece en algunos de los modelos explicativos multicausales como uno de los antecedentes de la violencia de género (Bosch y Ferrer, 2002).
Mito de la equivalencia, se refiere a la creencia en que el amor como sentimiento y el enamoramiento son equivalentes y si una persona deja de estar apasionadamente enamorada es que ya no ama a su pareja y lo mejor es abandonar la relación. Se ha sugerido en diferentes investigaciones (Fisher, 1992, 2005) que los procesos biológicos, psicológicos e interpersonales característicos de las fases de enamoramiento intenso van modificándose con el tiempo. Habrá una transformación natural con el tiempo que eventualmente dará lugar a procesos de diferente tipo. Si aceptas este mito supone, en cambio, no conocer la diferencia en cuestión y, otra no reconocer esa transformación. Como resultado, podría llevar a vivir de un modo traumático.
Mito de la omnipotencia, se refiere a la creencia en que “el amor lo puede todo” y por eso, si hay el verdadero amor todos los obstáculos internos o externos no deben afectar sobre la pareja. Asimismo, es suficiente el amor para resolver todos los problemas y para justificar todas las conductas. La consecuencia de este mito es utilizarlo como una excusa para evitar lidiar con problemas, o sobretodo , no modificar determinados comportamientos o actitudes, negando los conflictos de pareja causando dificultades en su enfrentamiento.
Mito del libre albedrío, se expande durante el Renacimiento, el Barroco, y posteriormente, durante el Romanticismo. Se refiere a la creencia en que los sentimientos amorosos son absolutamente íntimos y no están influidos por factores socio biológico-culturales independiente de nuestra conciencia y voluntad. Aceptar este mito supone no reconocer ni aceptar las presiones biológicas, sociales y culturales, por los cuales, las personas pueden estar sometidas. Asimismo, la aceptación del mito puede generar exceso de confianza y culpabilización, entre otras.
Mito de matrimonio o de la convivencia, en relación a sus orígenes, a finales del siglo XIX se inicia una corriente que vincula por primera vez en la historia los conceptos de amor romántico, matrimonio y sexualidad. Es en este tiempo del amor romántico en el que se hace normativo, el matrimonio deja de ser concertado y pasa a ser por amor y se considera que del amor romántico y la satisfacción sexual deben darse en el matrimonio. Además, el mito del matrimonio refiere en que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja y constituirse en la única base de convencía de la pareja.
Mito de la pasión eterna o de la perdurabilidad, surge también muy ligado a la corriente comentada anteriormente que vincula amor romántico y matrimonio. Se refiere a la creencia en que el amor romántico y pasional de los primeros meses de una relación puede y debe perdurar tras años de convivencia. Sin embargo, los estudios señalan que la pasión amorosa tiene “fecha de caducidad”. Como consecuencia, esta creencia puede tener impactos negativos sobre la estabilidad emocional de una persona y de su pareja.
Después de leer esto, ¿qué te viene a la mente? ¿Te relacionas con alguna creencia que hayas presentado? Recuérdalo, tener pareja debe ser una elección consciente que esté basada en el autoconocimiento y no en una idealización. No podemos adoptar lo que piensa socialmente que es la pareja ideal porque esa ideal no siempre es una construcción funcional.
Referencia
Bosch. E. Ferrer, V.A. (2002): La voz de las invisibles. Las víctimas de un mal amor que mata. Madrid: Editorial Cátedra. Colección Feminismos.
Ferrer-Pérez, Victoria & Fiol, Esperanza & Navarro Guzmán, Capilla. (2010). Los mitos románticos en España. Boletín de psicología, ISSN 0212-8179, Nº. 99, 2010, págs. 7-31. 99.
Fisher, H (1992): Anatomy of love. Nueva York: Norton.
Fisher, H. (2005): Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico. Madrid: Suma de Letras
Yela, C. (2003): La otra cara del amor: mitos, paradojas y problemas. Encuentros en Psicología Social, 1(2), 263-267.