Las relaciones de pareja son, en algunas ocasiones, muy complicadas. A veces tenemos relaciones con personas por las cuales no tenemos sentimientos amor de verdad, si no que tenemos un sentimiento de dependencia emocional hacia ellas. Cuando ocurre esto es algo que puede ser dificultoso de detectarlo, ya que, el concepto sobre qué es el amor es algo que como sociedad tenemos un poco confuso.
Por lo general, la mayoría de nosotros y nosotras hemos crecido con un reflejo de relaciones que se nos ha vendido en las películas, series, etc. Un amor que no es el verdadero amor, existen miles de maneras de ver el amor sano y no tan solo el que nos han enseñado.
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional ocurre cuando no tenemos responsabilidad plena sobre nuestros sentimientos, nuestros bienestar y nuestra autoestima depende de otras personas. Por lo general, esto suele ocurrirnos con la persona que es nuestra pareja.
Esta dependencia puede llevar a la dependencia afectiva que es la adicción que tenemos hacia otra persona, tenemos la necesidad desmesurada de estar siempre en compañía de la persona por la que sentimos la dependencia. Esto, en la mayoría de ocasiones, conlleva a que renunciemos a la libertad personal e ir por un camino de felicidad ficticia.
Una persona que sufre dependencia emocional busca su seguridad en otra persona. Esto lleva a que si sufrimos este tipo de dependencia dejemos de un lado todo lo que nos gusta para tener tiempo completo para la persona con la que sentimos dicha dependencia.
Características de las personas con dependencia
Comportamientos sumisos:
La persona con dependencia emocional idealiza a la persona por la que tiene dicha dependencia, por lo que asumen un papel de subordinación. Uno de los principales motivos del comportamiento sumiso es el miedo a que la relación termine.
Miedo a la soledad:
Una persona dependiente no soporta el sentimiento de soledad, a causa de que tiene activado los recuerdos vinculados al abandono. Lo que conlleva a que las personas dependientes tengan continuas relaciones fallidas por el hecho de no sentirse solos/as.
Autoestima baja:
Los problemas de autoestima es uno de las características más destacadas de la una persona con dependencia emocional. Las personas con baja autoestima no se sienten satisfechos con ellos/as mismos/as.
Necesidad de agradar:
Las personas dependientes tienen una gran necesidad de agradar a todo el mundo, ya que necesitan una validación continua. Se desviven por ayudar a otras personas para así conseguir la validación, aunque para ello tengan que pasar por encima de sus necesidades e intereses.
Avidez afectiva:
Los/as dependientes emocionales sufren una gran necesidad de estar continuamente al lado de la persona que quiere y cuando esto no es posible recurre a estar todo el tiempo en contacto a través de un móvil, por ejemplo. Su dependencia es tan grande que llega a ser agobiante, pero no acepta de buen grado que el otro reclame su espacio, al contrario, le insta a abandonar sus actividades para que esté a su lado.
¿Cómo combatir la dependencia emocional?
En la mayoría de ocasiones confundimos el amor con la dependencia emocional, y estos son dos conceptos muy diferentes. La dependencia emocional te hace que sus sentimientos se encuentren confundidos e interpreta el mundo de una manera distorsionada. Si en algún momento de la relación podemos observar de nuestra pareja o por parte nuestra, algún comportamiento con las características anteriormente mencionadas es importante que erradiques el problema.
No solucionar la dependencia emocional puede causarte muchos problemas con tus relaciones, ya que probablemente, nunca puedas tener una relación completamente sana. Las personas dependientes sienten que la necesidad de estar al cien por cien por la persona que ama. Mientras el amor propio queda en un segundo plano. Y recordemos, que mientras no exista el amor propio no puede existir el amor hacia otras personas.
Para combatir la dependencia emocional, lo primero para ello es que detectemos que somos unas personas dependientes y ser conscientes de que la relación que tenemos o el amor que tenemos hacia otra persona es una dependencia emocional. Una vez tengamos conciencia de lo que nos pasa, acudir a un o una profesional de la salud mental es de gran importancia para dejar de ser personas dependientes a otras.
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