La indefensión aprendida ocurre cuando una persona atraviesa por una situación negativa y en ese momento de su vida no tenía las herramientas necesarias para enfrentarla. Como resultado, la persona experimenta un fenómeno psicológico en el cual adopta un papel pasivo o de víctima frente a futuras situaciones similares, en la cual se inhibe o se cohíbe totalmente ante la misma debido a la falsa creencia que tiene acerca de que sus acciones no van a influir de ninguna manera en modificar las circunstancias de dicha situación. Este fenómeno psicológico afecta notablemente a la persona que lo padece ya que su capacidad de enfrentarse a los problemas, de tomar decisiones o de buscar soluciones y alternativas a distintas situaciones, se ve significativamente o totalmente anulada.
Para poner en contexto este fenómeno, se explicará mediante un ejemplo: Una mujer a sus 20 años se ve envuelta en una situación de maltrato con su primera pareja formal. El hombre la agrede verbalmente con gritos e insultos, a lo que ella decide defenderse y exigir respeto de su parte. El hombre reaccionó propinándole una bofetada en la cara y por ende la mujer decide callar y resignarse. Unos años más tarde, a sus 27 años, la mujer mantiene una relación con un hombre que la maltrata constantemente. Infidelidades, discusiones muy subidas de tono, insultos e incluso golpes. La mujer sin embargo mantiene esta relación por más de 4 años sin contarle a nadie al respecto y resignándose a este tipo de trato con la idea de que como su anterior pareja la trató de esa manera, y ella intentó oponerse o hacer algo para evitarlo y no funcionó, no puede hacer nada en esta relación para que su pareja la trate diferente. Más adelante a sus 35 años, con su esposo, esta mujer vive encerrada en una situación de maltrato constante, que incluye agresión tanto psicológica como física. Sus familiares y amigos insisten que se aparte de su marido por su propio bienestar, pero ella insiste que no es necesario ya que no importa con el hombre que esté, ella no puede hacer nada para que la traten de una manera distinta.
Este es un claro ejemplo de lo que sería la indefensión aprendida en nuestra vida cotidiana. Como se puede observar, es un inconveniente sumamente incapacitante, que puede resultar en trastornos del estado de ánimo como depresión o trastornos de ansiedad.
Para evitarlo, el primer paso es identificarlo, por lo que a continuación se presentarán una serie de síntomas o señas que nos muestran claramente lo que podría ser un caso de indefensión aprendida:
- Pesimismo
- Escasa motivación
- Ansiedad
- Actitud pasiva/bloqueo
- Miedo persistente a posibles acontecimientos negativos
- Sentimientos de desesperanza e inutilidad
- Resignación y pensamientos de derrota
Lo importante con respecto a la indefensión aprendida es que existen estrategias para combatirla y superarla. A continuación se presentarán una serie de estrategias para aplicar en caso de identificarse con los síntomas anteriormente presentados que, sumados a un proceso terapéutico, puede conducir a resultados sumamente prometedores:
- Resalta las diferencias entre tu yo actual y tu yo del pasado
- Indaga en el origen de tus pensamientos
- Detecta creencias negativas (y falsas)
- Busca pruebas que soporten cualquier pensamiento negativo
- Utiliza metáforas para modificar tu pensamiento
- Plantea metas y objetivos
- Comienza a resolver problemas
- Destaca pequeños logros