¿Te ha pasado alguna vez que querías decir algo, pero no has sabido cómo? ¿Has empezado hablando y has visto que luego la conversación “se ha ido de madre” sin saber por qué? ¿Notas que a veces te es complicado gestionar la forma en la que quieres transmitir lo que piensas? Es normal, no nacemos con un manual de instrucciones que nos permita saber cómo hacer las cosas en cada momento, así que aquí te propondremos una serie de claves que pueden serte útiles para mejorar tu comunicación. Para ello daremos especial importancia a la asertividad.
La asertividad constituye un pilar fundamental a la hora de poder intercambiar nuestras sensaciones, emociones y pensamientos con los demás. Muchas veces, lo importante no es sólo lo que decimos, sino cómo lo decimos, algo que se conoce como metamensaje ¿Qué es esto del metamensaje? Pues todo lo relacionado no con lo que hablamos, sino con la forma en la que hablamos: por ejemplo, tono de voz, mirada, gestos, actitud… ¿Es importante, verdad? No es lo mismo me gustaría transmitirte que me ha molestado cómo me has hablado antes a decir ME HA MOLESTADO COMO ME HAS HABLADO ANTES con ojos asesinos y espuma saliendo por la boca (por exagerar un poco). La otra persona probablemente no se fije en lo que le queremos decir al dirigirse toda su atención a nuestra apariencia y la manera en la que estamos dirigiéndonos a ella. Aquí te aportamos una serie de tips para poder expresar tus ideas de una manera clara y respetuosa.
Habla en primera persona. Lo mejor que podemos hacer para que pueda llegar correctamente nuestro mensaje o aquello que queremos transmitir es hablar desde nosotros mismos y nuestras emociones, sensaciones o vibraciones. Así evitaremos frases del tipo: Porque tú me haces sentir que estás en desacuerdo o Tú me muestras que no te importo. Prueba a hablar desde ti: Tengo la sensación de que… o Cuando aprecio este gesto lo que he visto que se me pasa por la cabeza es… De esta manera no habrá verdades absolutas, la otra persona no se sentirá atacada y probablemente pueda entenderte mucho mejor
Escucha activa. Nos es muy importante decir lo que pensamos, pero… ¿estamos teniendo en cuenta a la persona con la que hablamos? Una vez expongas tus ideas puede venir bien transmitir de manera explícita que nos encantaría escuchar su opinión y que también cuente con un espacio para expresar libremente lo que considere relevante. Dar ese lugar ayudará a que sienta que se la tiene en consideración
Contacto visual con la persona con la que estás hablando. Recibimos la mayoría de la información a través de la vista. Rehuir la mirada o hacer como que el otro no está dificulta enormemente nuestro canal de comunicación
Tu postura también es importante. Trata de prestar atención a estar relajado/a y transmitir cercanía. Pero… qué difícil es esto cuando estamos molestos, enfadados o queremos hablar de algo que no nos gusta, ¿verdad? Te puede ayudar tomarte un tiempo para respirar o beber un vaso de agua y después retomar la conversación