El problema de tratar el sexo como un tema tabú por la incomodidad que puede generar hablar de ello, especialmente cuando son adolescentes, es que les estamos privando de información que pueda ayudarles a tomar decisiones responsables e informadas, algo fundamental para garantizar la protección de su dignidad e integridad. Esto es algo que vemos en Sex Education, teniendo en cuenta que Otis y Maeve crean una clínica como resultado del desconocimiento que muestran sus compañeros sobre su sexualidad y la necesidad urgente de tener un espacio seguro en el que puedan resolver sus dudas.
La falta de interés que muestra el sistema educativo a este respecto, abarcando el tema únicamente desde una perspectiva biológica, puede conllevar comportamientos de riesgo como embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, falta de conocimiento del propio cuerpo, abuso sexual por la falta de consentimiento y límites, o acciones sexuales realizadas por presión social, entre otras consecuencias. Esto es algo que se refleja muy bien con el pánico que se crea en el instituto de Moordale cuando aparece un brote de clamidia. Sabiendo que son conductas habituales que no pueden ser reprimidas y resultan una parte importante en la vida de los jóvenes, tal y como se muestra en el capítulo 7 de la tercera temporada, es esencial normalizar hablar de sexualidad.
¿Por qué hay que ver sex education?
Uno de los temas más importantes de los que habla la serie es la agresión que sufre Aimee cuando, estando en el autobús de camino al instituto, un hombre se masturba detrás de ella y eyacula en sus pantalones vaqueros. Sex Education hace un gran trabajo mostrando la impotencia que siente el personaje y la violación de su intimidad que supone esta experiencia, pasando por el shock y la negación del primer momento hasta el miedo que siente por subirse de nuevo a un autobús. Es en este momento cuando se representa la sororidad entre mujeres y la importancia de tener una red de apoyo en la que refugiarse para hacer frente a este miedo, algo que por desgracia no ocurre en muchas ocasiones.
Por otra parte, se tratan otros asuntos fundamentales como la aceptación de la propia identidad con personajes como Cal y Layla, personas no binarias; Lily y sus fetiches sexuales; o Eric y su empoderamiento mediante la ropa y el maquillaje. En ese sentido, también se fomenta el normalizar los distintos cuerpos y autoconocerse a través de Aimee y sus cupcakes de vulvas cuando descubre lo diferentes que pueden ser en función de cada persona.
También surgen temas relacionados con la familia como la hiperresponsabilidad en la adolescencia, que se representa con Maeve teniendo que cuidar de sí misma y su hermana pequeña con 17 años; o la unión de dos familias distintas (Jakob, Jean, Otis y Ola) y el proceso de adaptación que conlleva, especialmente después de un duelo. Además, se trata en profundidad la importancia de la comunicación para crear responsabilidad sexual y afectiva en las relaciones, enseñando por qué hay que dialogar sobre lo que queremos o no y cómo nos sentimos.