A causa del este dichoso virus, centenares de novios y novias cargados de ilusión y expectativas se han visto obligados a cancelar y/o aplazar uno de los días más importantes y esperados de sus vidas, el día de su boda.
Si eres uno de ellos atento, te contamos los 2 errores más comunes en los que no debes caer.
1. Alargar la decisión hasta el último momento
A los que aún no habéis cancelado la boda pero sospecháis que tendréis que hacerlo debéis saber que alargar la decisión hasta el último momento será un camino duro de tensión e incertidumbre.
Poneros fecha límite. Si a un mes vista seguís dudando si casaros ese día va a ser viable, seguramente estáis en fase de negación. ¡Y mucho cuidado en estancarse ahí! Es normal que queramos con todas nuestras fuerzas que un día tan importante y deseado pueda suceder tal y como nos habíamos imaginado. Es normal seguir teniendo la esperanza de que esta situación acabará pronto y la boda se podrá celebrar. Pero llega un punto que esperanzas y expectativas deben ajustarse a la realidad. De lo contrario, el margen de actuación será menor, las emociones de decepción, frustración y tristeza mucho más intensas y la posibilidad de recuperar la inversión hecha más baja.
Pensadlo, es un día mágico, un día para disfrutar, un día para compartir, un día para besar y abrazar… Y eso no lo marca la fecha, lo marcan los novios, sus familiares y sus amigos.
2. Pretender que el plan B sea idéntico al plan A
Los planes han cambiado y vuestra boda también. Es cierto que miles de detalles y elementos coincidirán pero es importante aceptar que no todo podrá ocurrir tal y como lo tenías planeado, de hecho, y puedes preguntarle a cualquiera que ya se haya casado, la boda que planeas difiere siempre, con y sin coronavirus de por en medio, un poco de lo que uno se ha imaginado.
Tomaroslo como una segunda oportunidad para acabar añadir, perfeccionar y personalizar cada detalle. Planear elementos que no estén atados a una fecha, haced la lista de canciones para la discoteca, aprenderos un baile para que todos se quedan alucinados, escribe unas palabras que dedicar a tu pareja, o incluso crear pequeños detalles como notas o dibujos para cada uno de tus invitados.
Es crucial que podáis conectar con esa parte tan increíble de la organización y con la que seguro os habéis visto obligados a dejar de lado últimamente.
¿Cómo no caer en estos errores?
Para enfrentarse a esta situación y no caer en estos errores os invitamos a reflexionar de forma individual sobre las expectativas que tenéis acerca de la boda y qué hay detrás de ellas (ej. Expectativa: que a todos les encante mi vestido/Significado: sentirme especial). También te invito a escribir en un folio las razones por las que quieres casarte con tu pareja. Dime, ¿crees que eso va a cambiar si la boda no ocurre el día que teníais planeado?
Si crees que estos consejos no son suficientes y que estas atascado en alguna de estas fases negación, ira, negociación, tristeza o aceptación, recuerda que te ayudamos a encontrar tu psicólogo para que puedas avanzar y volver a ver con la misma e incluso más ilusión y positividad este día tan especial.